El aprendizaje de los algoritmos de las operaciones matemáticas (Cálculos convencionales) se apoya en saber calcular reflexivamente, porque estos
conocimientos permiten la comprensión de los mismos desde un tratamiento global del número.
Estudios realizados por Hidalgo S. y otros (1999), reflejan la relación entre el rendimiento escolar en Matemática y la aptitud para calcular. El
cálculo mental reflexivo favorece el aprendizaje del cálculo.
Se entiende por Cálculo reflexivo o pensado el que requiere de
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La memorización de un repertorio de cálculos que permiten realizar otros de mayor complejidad (sumas que den 5, 10, números redondos, tablas,
multiplicación por la unidad seguida de cero, etc)
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Ciertas habilidades básicas tales como: descomposiciones aditivas o aditivas y multiplicativas de los números, aplicación intuitiva de las operaciones
matemáticas, conteos, compensaciones, etc.
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La toma de una decisión para facilitar el cálculo transformándolo en otro equivalente que facilite su resolución.
El que lo utiliza puede usar distintos procedimientos. Todo esto implica una reflexión que conlleva toma de decisiones y elección de la estrategia que se
considere más adecuada.